sábado, 5 de junio de 2010

Naufragando


Naufragando
Paloma tiene una playera que en la parte trasera tiene una leyenda que dice: “Una mano amiga, navegando hacia la integración” con algunos dibujos de las distintas discapacidades; en donde dice navegando yo la cambio por naufragando ¡Solo naufragamos! Las personas comunes no aceptan la diversidad, sé que mi pequeña llama mucho la atención por sus rasgos que le dio ese cromosoma de mas, al cual llamo “el cromosoma del amor” porque mas allá de una apariencia física es un cántaro de miel, ama intensamente, por ella he conocido muchas personas en buenos y malos momentos, me enseñó a ver, siendo ciega, me doy cuenta si una persona es sincera o solo finge.
También me ha permitido conocer gente buena, aunque no lo crean aun hay. Hace días estaba el señor que vende queso, yo le pregunte si traía panelas, me dijo que si y le compre una y me dijo : Este quesito es para la niña (son bendiciones que me manda el creador) yo le agradecí su noble gesto.
Existen leyes para las personas con discapacidad pero rara vez se cumplen, siempre hay discriminación. Otra anécdota que me pasó (pues son solo eso) fui a una junta de la escuela de mi hija mayor, en el auditorio que es pequeño, estábamos todos amontonados y Paloma quería conocer el lugar y la deje siempre y cuando no se lastimara, y pues otra vez las miradas sobre ella, unas de admiración, otras con curiosidad, indiferencia; había un cable que al pasar se le enredaba en su pie y una señora decía ¡se va a caer! Y yo le dije que ella tenía que levantar su pie y así lo hacía cada vez que pasaba por ahí.
Nos fuimos a hacer fila para la entrega de documentos y calificaciones; había una señora con su niña de 6 años delante de nosotras, la niña miraba a Paloma aterrada y escondía su cara en el regazo de su madre, ella me miraba de reojo y yo puse cara de “me vale un comino” lo que pienses y sujetando a las manitas de mi hija porque quería tocarlas.
Otra señora que estaba delante de ellas Paloma la alcanzó a tocar, rápido la alejé y ella dijo déjela y al tiempo que le toma su mano la mordió, me disculpe, le regalé gel antibacterial, mas aterrada la pequeña, y yo quería que avanzara más rápido la fila. La señora que mordió dijo en voz alta que no deberían de llevar niños a las reuniones, yo le conteste tranquila que no tenía con quien dejar a mi hija; estaba molesta por el dolor, comentó que recordó cuando un perro la mordió y yo ¿Ah sí? Con cara de fastidio a lo que ella contestó no es que compare, ya no dije mas, la borré de la escena, aunque otro señora le explicó que es una reacción de defensa de la niña porque no la conocía; al fin llegué, recogí documentos y Salí rápidamente.
Así que seguimos naufragando hacia la integración, se que llegará el día donde naveguemos en el mismo barco surcando el ancho mar, siguiendo el mismo curso.

3 comentarios:

  1. La verdad que tienes raz+on, Eva, a veces parecemos ( los que nos consideramos normalitos) monstruos. la hipocresìa con la que nos revestimos da asco. Yo que tengo un niño pequeño, una de las cosas que voy a enseñarle cuando èl pueda comprender es a ser buena gente y la buena gente no hace cosas como las que ocurrieron en varios episodios en esa fila.
    Muy apropiado lo de naufragar, pienso que en muchos aspectos la humanidad naufraga, lamentablemente, aunque por soberbios, creamos lo contrario.

    Te envìo un abrazo a vos y a Paloma.

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  2. Pues si Mariela no dudo que Marquitos sea un excelente niño, creo que todo esta en los padres de como educar a los hijos, ya que ellos son un reflejo de nosotros, aunque yo tomo todo eso como anecdotas. un gusto encontrarte en mi rinconcito!

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  3. buenas noches Eva, solo decirte buenas noches y a la vez, reiterar mis disculpas por lo del comentario en la entrada de la serenata, ya está publicado.

    Un abrazo de buenas noches y un sueño reparador.

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